31 marzo 2009

Fragmento de "Memoria de mis putas tristes" (Gabriel García Márquez).


Me pregunto cómo pude sucumbir en este vértigo perpetuo que yo mismo provocaba y temía. Flotaba entre nubes erráticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusión de averiguar quién soy. Era tal mi desvarío, que en una manifestación estudiantil con piedras y botellas, tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad: Estoy loco de amor.

4 se abrieron.

Anónimo dijo...

G.G.M., siempre me ha gustado y siempre me gustará; y ¿quién no ha sentido alguna vez ese vértigo y ese desvarío de hablar solo frente a un espejo? Lo confieso..., igual me encierran por ello, jajaja!

Besos

Srta.Marta dijo...

vaya, se me adelantaron... bueno, el post te lo ha desvirgado la realeza!!!!

maria varu dijo...

Demasiadas veces nos miramos al espejo y desconocemos a quien vemos reflejado en él.
¿Locos, locos?... no sé. Pero cuerdos seguro que no.

Un abrazo Jardinero.
Besos Zârck.

María

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...ha sido como un baño del alma tu blog para mi , tr invitoa visitar el mio ...un abrazo de corazon jose ramon.