Patrick Modiano ha sido galardonado con el premio Nobel de literatura 2014.
Hutte
 se acariciaba pensativamente la barba, una
barba canosa, corta, pero que se le comía las mejillas. Los ojos 
saltones y claros miraban al vacío. A la izquierda
del escritorio, la silla de mimbre en que me sentaba yo durante las 
horas de trabajo. Detrás de Hutte unas baldas de madera oscura cubrían 
la mitad de la pared; había en ellas guías telefónicas y anuarios de 
todo tipo y de los últimos cincuenta años. Hutte me había dicho con 
frecuencia que eran herramientas de trabajo insustituibles de las que no
 pensaba desprenderse nunca. Y que esas guías y esos anuarios formaban 
la más preciada y la más emotiva biblioteca
con que pudiera contar nadie, pues sus páginas recogían multitud de 
seres y multitud de cosas y de mundos desaparecidos, de los que ya sólo 
esos tomos daban testimonio.
 
Ábrete.
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