Dicen los japoneses que los jardines no son para pasearlos, sino para contemplarlos desde el interior de uno mismo, para que la calma penetre en lo más profundo; que son estampas del paraíso para delimitar el paisaje en el tiempo y distinguir las cuatro estaciones.
Estamos de vuelta.
Estamos de vuelta.
Alguien se ha abierto.
Me alegra mucho.
Y qué forma de volver tan hermosa y encantadora.
Un abrazo
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