02 mayo 2010

Fragmento de “Solitario de amor” (Cristina Peri Rossi‏).


En el extremo del clítoris, como un higo, hay una gota fija, transparente, esfera de miel que intento atrapar con los labios; la bebo pero vuelve a manar.
Ahora tu sexo es una fuente de aguas termales.
Si paso el dedo, mi yema se calienta, como una fragua. Pero tú no permites que mi boca se separe de él. Allí bebo, allí vivo, allí nazco y muero, allí respiro, sufro, grito, aúllo, allí combato.
Hasta que la tensión se vuelve insoportable.

3 se abrieron.

Musa dijo...

Muy sutil, apasionado y sensual.
Me ha gustado mucho.

Passio dijo...

Y entonces cae la esperada gota.
Un saludo.

Y. dijo...

Tan conciso y tan completo