07 septiembre 2009

Fragmento de "La transparencia" (Antonio Rabinad).


Invadido de voluptuosidad y de una suerte de terror sagrado, el muchacho contempló la flor injertada entre los senos y mecida por un oleaje poderoso, y la textura granulada de la piel aquí y allá perlada de brillantes gotitas, y percibió mezclado a su perfume el emocionante olor de sus axilas, un olor amargo y vegetal que le llegaba desde oscuras selvas y que él aspiró profundamente para acumular en sus pulmones algo de ella en la atmósfera corrupta, algo precioso, consciente de una floja pero dulcísima erección.

2 se abrieron.

Unknown dijo...

Precioso. Y además anoche fue luna llena. Me gusta que tengas ahí esa información.

Andrea Breq dijo...

... hace tiempo que gusto de perderme en tu jardín. Tal vez demasiado sigilosa he sido, porque no te habías dado cuenta hasta ahora...

Un beso y un abrazo "desordenados"

A.