Atticus Finch no hacía nada que pudiera despertar la admiración de nadie: no cazaba, no jugaba al póker, no pescaba, no bebía, no fumaba...
Se sentaba y leía.
No quiero aún que me descubras toda la verdad, que la verdad no es lo evidente sino su mitad.
Alguien se ha abierto.
Curioso texto el que nos traes. Breve, conciso... Me gusta.
Besicos.
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