12 junio 2008

Escrito por Arthur Schopenhauer y extraído del libro de Lou Marinoff "Más Platón y menos Prozac".

Traído por Virginia a las tantas de la madrugada.


Y sin embargo, si todos los deseos se vieran satisfechos en cuanto despiertan, ¿en qué ocuparían los hombres su vida, cómo pasarían en tiempo? Imaginemos a esta raza transportada a una Utopía donde todo creciera espontáneamente y los pavos volaran asados, donde los amantes se encontraran sin más demora y supieran permanecer juntos sin mayor dificultad: en semejante lugar algunos hombres se morirían de aburrimiento o se ahorcarían, otros lucharían y se matarían entre ellos, y así crearían por sí mismos más sufrimiento del que la naturaleza les causa tal como está ahora.

4 se abrieron.

maria varu dijo...

Qué pensamiento más certero.
Si nuestros deseos fueran satisfechos en el instante en que nacen, ¿cual sería nuestro anhelo? ¿qué sentido tendría nada? ¿qué valor? ¿para qué y por qué nos levantaríamos todos los días?...

Bella reflexión.

Un abrazo Zârck

Susu dijo...

Todo aquello que llega facil y sin coste normalmente pierde facilmente su valor, y creo que si todos tubieramos lo que deseamos sin esfuerzo alguno nos ocurriria lo mismo

Un susurro cálido

Anónimo dijo...

...entonces, es por eso que buscamos la autodestrucción? sólo para no aburrirnos o porque no tenemos otra salida.

saludos!

nomolamos dijo...

cierto muy cierto, siempre hay que tener un deseo, u sueño por lo que levantarse y luchar... pero podriamos centrarnos en muchas otras cosas... podriamos salvar el mundo que estamos destruyendo, dejar de matarnos unos a otros, y a la vez, querernos y ser queridos,
los sueños, sueños son....
un beso, preciosas todas las entradas como siempre,