La auténtica, definitiva verdad, es que a pesar de tu fama y del mundo público que te sigue eres sacrificable, pensó. Y yo no. Esa es la diferencia que hay entre los dos. Por tanto, tú debes irte y yo debo quedarme. Su nave siguió flotando, adentrándose en la cinta de estrellas nocturnas. Canturreó en voz baja para sí, tratando de mirar hacia delante, de ver los tiempos venideros, el mundo de su hogar, la música, las ideas y el amor, los libros, la caja de rapé ornamentadas y los sellos raros. A la calma, por un momento, del viento que le azotaba al conducir, una partícula casi perdida en la noche. Existe una belleza que nunca desaparecerá, se dijo a sí mismo; yo la conservaré; yo soy uno de los que la cuidan. Y yo permanezco. Y eso, a fin de cuentas, es lo único que importa.
31 marzo 2008
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8 se abrieron.
preciosa fotografia
de donde las sacas si no ese mucho prentar,lo q hay escrito lo has escrito tu, xq si es asi eres un fenomeno
te felicito
hace muchos meses que me sumerjo en tu jardin; textos sugerentes y fotos con muy buen gusto.
No obstante desde que cambiaste el formato la mayoria de los textos aparecen cortados por el margen izquierdo. no se si te habras percatado de ello.
un saludo y sigue cultivando con mimo tuas flores.
Realmente eres tu quien conservas toda esa belleza, pues eres el jardinero, el guardían de tantos versos hermosos y de tantas sensaciones y sentimientos, sigue manteniéndolo así de cuidado y de mimado, es un placer entrar y perderse en todo este ambiente, de calidez y armonía.
Un cálido beso
Me has hecho pensar, con eso de ser o no sacrificable...
Sí, hay una belleza que perdura.
La belleza se puede hallar en el recuerdo de mantener intacta la llama de ese amor, o conservar por siempre el perfume de esa historia.
Besitos.
Pd: Me gusta seguir viniendo a tu jardín.
:-( Regresé pero no sembraste nada nuevo.
Volveré.
Con la primavera en flor, y tú dejas de plantar semillas. :-(
Besitos
Pd: Espero que pronto cuelgues algo nuevo.
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