Una vez más, traído por Anaïs.
Tu cuerpo es una vasija de éxtasis
en mis manos de orfebre
yo te recorro vacilante
con el temor a los caminos inciertos
saboreando tus gemidos,
en el silencio, dispersos
mientras tu piel se abre en delicias prohibidas
le doy forma final a tu figura
y en medio de la noche húmeda
te enciendes
te quiebras
y estallas
empapado de ternura.
en mis manos de orfebre
yo te recorro vacilante
con el temor a los caminos inciertos
saboreando tus gemidos,
en el silencio, dispersos
mientras tu piel se abre en delicias prohibidas
le doy forma final a tu figura
y en medio de la noche húmeda
te enciendes
te quiebras
y estallas
empapado de ternura.
Ábrete.
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