13 abril 2007

Fragmento de "Adán y Eva" (Jaime Sabines).


Estábamos en el paraíso. En el paraíso no ocurre nunca nada. No nos conocíamos.

-Eva, levántate.

-Tengo amor, sueño, hambre. ¿Amaneció?

-Es de día, pero aún hay estrellas. El sol viene de lejos hacia nosotros y empiezan a galopar los árboles. Escucha.

-Yo quiero morder tu quijada. Ven. Estoy desnuda, macerada, y huelo a ti.

Adán fue hacia ella y la tomó. Y parecía que los dos se habían metido en un río muy ancho, y que jugaban con el agua hasta el cuello, y reían, mientras pequeños peces equivocados les mordían las piernas.

4 se abrieron.

gatina dijo...

Claro que volveré, no lo dudes. Tu jardín me ha atrapado, entraré de nuevo a cobijarme en sus sombras.
De noche, pero cuando aun no se haya puesto el sol...

Ra dijo...

Oiga, da gusto pasear por un jardín de este nivel.
Saludo!

venus dijo...

Que increible que hasta Adán y Eva hayan tenido sus momentos de erotismo.

Excelente fragmento, como siempre es un placer leerte...

Besos placenteros.

Anónimo dijo...

menudos cambios en este jardin que hace unas pocas semanas deje de visitar... como siempre sigues con los fragmentos, una lástima con lo que a mi me gusta cuando escribes algo tuyo...
sabes, hoy estuve paseando por un jardin, bajo la lluvia y la verdad es que me acordé de tí...
besos...y por supuesto humedas huellas