Tú estabas dormida
como el agua que duerme en la alberca...
y yo llegué a ti
como llega
hasta el agua que duerme
la piedra.
Turbé tu remanso y en ondas de amor te quebraste
como en ondas el agua que duerme se quiebra
cuando
llega
a turbar su remanso dormida
la piedra.
Piedra fui para ti, piedra soy
y piedra quiero ser, pero piedra
blanda de sal
que al llegar a ti se disuelva
y en tu cuerpo se quede
y sea
como una levadura de tu carne
y como el hierro de la sangre en tus venas.
Y en tu alma deje una sed infinita
de amarlo todo... y una sed de belleza
insaciable...
eterna...
como el agua que duerme en la alberca...
y yo llegué a ti
como llega
hasta el agua que duerme
la piedra.
Turbé tu remanso y en ondas de amor te quebraste
como en ondas el agua que duerme se quiebra
cuando
llega
a turbar su remanso dormida
la piedra.
Piedra fui para ti, piedra soy
y piedra quiero ser, pero piedra
blanda de sal
que al llegar a ti se disuelva
y en tu cuerpo se quede
y sea
como una levadura de tu carne
y como el hierro de la sangre en tus venas.
Y en tu alma deje una sed infinita
de amarlo todo... y una sed de belleza
insaciable...
eterna...
3 se abrieron.
Bonita plantilla nueva ;) y bonito poema. Un besito.
Gracias jardinero, siempre te busco, aunque me asincere poco,
¡Qué bonito, Zârck!
Ser una "piedra blanda de sal"... y es que en el amor se disuelven hasta los diamantes en bruto.
Jardinero, me gusta más ese cambio de imagen, realza la belleza de las flores y brillan más sus colores.
Besos
María
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