-Si no tenemos nada que decir, dijo Camier, no digamos nada.
-Tenemos cosas que decir, dijo Mercier.
-Entonces, ¿por qué no podemos decirlas?, dijo Camier.
-No podemos, dijo Mercier.
-Entonces callemos, dijo Camier.
-Pero ya lo intentamos, dijo Mercier.
-Tenemos cosas que decir, dijo Mercier.
-Entonces, ¿por qué no podemos decirlas?, dijo Camier.
-No podemos, dijo Mercier.
-Entonces callemos, dijo Camier.
-Pero ya lo intentamos, dijo Mercier.
2 se abrieron.
Esa foto me suena.
Digo yo (que me encanta hablar) que a veces las palabras sobran, aunque se tengan muchas cosas que decir.
Necesito ese libro completo y no lo consigo. Chingada madre.
Publicar un comentario